Una madre indignada (El periódico Extremadura del día 10)
En relación a la necesidad imperiosa de mejorar la calidad de enseñanza en Extremadura quiero decir lo siguiente:
1.-Que en vez de gastar tanto dinero en ordenadores de dudosa eficacia en la enseñanza de los alumnos, más vale que algunos profesores se dedicaran a formarse en todos los aspectos, pero principalmente en humanidad.
2.-Que los padres estamos hasta las mismísimas narices de ser los responsables de todo lo que no consiguen nuestros hijos.
3.-Que si el fracaso es tan grande, y lo es, que los profesores entonen el mea culpa y vean qué parte de ese fracaso les corresponde a ellos, que es muy fácil ser buen profesor de alumnos ejemplares, que muchos faltan más de la cuenta a clase y por cualquier motivo, muchos no tienen capacidad para motivar a muchachos que lo único que llevan es broncas y jamás una palmada en la espalda, que se sepa valorar a aquellos profesores que en sus clases consiguen resultados positivos de alumnos que con otros profesores son desastrosos, que se obligue a los profesores a quedarse en los centros hasta que acaban sus jornadas y no salir corriendo a las capitales donde viven... Ahí es donde debería mirar la Consejería de Educación y no en gastar dinero en chorradas que no servirán para nada. No es normal que clases de 25 alumnos solo consigan aprobar dos o tres.
4.-Que los inspectores traten a todos los alumnos por igual y que se acaben las dictaduras de épocas pasadas o repúblicas bananeras. En el IES de Valencia de Alcántara los padres raramente reclaman nada relacionado con sus hijos. Los problemas que se dan suelen ser pocos, en un instituto poco conflictivo, peor con un grado de fracaso y abandono escolar vergonzoso.
Hace unos años un padre bien situado social, económicamente, cercano a autoridades educativas y políticas, reclamó una nota de su hija, ya que no consideró justo que esta repitiera curso, con tres asignaturas suspensas. En el instituto se niegan a aprobarla y el inspector de Educación de este centro, Pedro Cotrina, obliga a la profesora de Inglés a cambiar su nota de suspenso por aprobado, después de estar las actas publicadas, y todos los plazos superados.
En un pueblo tan pequeño en el que todos nos conocemos ¿cómo creen que se sintieron el resto de los padres cuyos hijos estaban en la misma situación? Realmente creo que estos padres hicieron lo correcto, lucharon por su hija y por lo que consideraron justo y ese ejemplo debía haber cundido en los demás, pero la gente aunque parezca mentira sigue teniendo miedo a represalias y saben que no todos somos iguales, por desgracia.
He reclamado este año por una única asignatura suspensa de mi hija del ciclo formativo superior que le hará perder un año entero de su vida, ya que no hay exámenes en septiembre, y la respuesta de este señor inspector ha sido ninguna. Ni siquiera ha respondido a mis cartas, ni a mis mensajes por correo electrónico, ni me ha cogido el teléfono, que por cierto me dijeron en julio que estaba de vacaciones y ahora en agosto me vuelven a decir que está todo el mes de vacaciones... ¿cómo es eso posible? Así está la enseñanza en Extremadura! ¡Viva la vida!
Espero que se acaben de una vez por todas y para siempre las discriminaciones entre los alumnos de diferentes estatutos sociales y que todos seamos realmente iguales ante la ley, como dice el artículo 14 de la Constitución. Yo pienso seguir luchando vía judicial, pero otros padres se quedarán por el camino y es por ellos por los que expreso por este medio mi indignación .
Gloria García Seco **
Valencia de alcántara
Hace 7 años
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